5.6. Divisiones del texto

El texto de una obra debe presentarse de manera que el lector pueda leerlo fácilmente, lo que puede hacerse desglosándolo en divisiones y subdivisiones y utilizando diferentes sistemas de numeración.

El texto de una obra debe presentarse de manera muy clara, que invite al lector a leerlo sin dificultad. Hay que evitar, por tanto, una presentación densa o confusa y dotar al contenido de una buena estructura. Con este fin, el número de niveles de títulos no será superior a siete. Los subtítulos de un mismo nivel lógico deberán ir seguidos de textos equivalentes en cuanto a importancia y magnitud.

Estructura con numeración compleja

El texto puede estructurarse en partes, títulos, capítulos, secciones, apartados, puntos, etc., utilizando números, letras, rayas o topos. Por orden decreciente, dicha estructura de numeración se presenta en general del modo siguiente:

  • números romanos (I, II, III, IV, etc.);

  • letras mayúsculas (A, B, C, D, etc.);

  • cifras arábigas (1, 2, 3, 4, etc.);

  • letras minúsculas (a, b, c, d, etc.);

  • romanitos (i, ii, iii, iv, etc.);

  • rayas (—);

  • topos (•).

NB:
  • Los romanitos se utilizan principalmente en el Diario Oficial [como subdivisión de a), b), etc.]. En la redacción de actos jurídicos (reglamentos, directivas, etc.), evítense los topos. Respecto a las pautas específicas del Diario Oficial, véanse la primera parte, punto 2.7, y «Cuadros recapitulativos».

  • Los números romanos y las letras mayúsculas irán seguidos de un punto (división principal). Las cifras arábigas irán seguidas de un punto (división principal) o de un paréntesis de cierre (cuando haya una enumeración); las letras minúsculas y los romanitos irán siempre seguidos por un paréntesis (de cierre, exclusivamente).

Las subdivisiones clásicas de una obra se presentarán como sigue:

Primera parte

ACTIVIDAD DE LA UNIÓN

Capítulo I

EVOLUCIÓN DE LA UNIÓN

Sección I. Situación política general

A. Poderes presupuestarios

1. Desarrollo principal

a) Directrices adoptadas

Estructura sin numeración

Cuando no se utilizan los epígrafes habituales (parte, capítulo, etc.) ni las letras y números de orden, es imprescindible indicar en el original los títulos y subtítulos, que en la composición recibirán valores precisos:

ACTIVIDAD DE LA UNIÓN

EVOLUCIÓN DE LA UNIÓN

Situación política general

Poderes presupuestarios

Desarrollo principal

Directrices adoptadas

Estructura con numeración decimal

La numeración también puede ser decimal:

Primera parte: ACTIVIDAD DE LA UNIÓN

Capítulo I. EVOLUCIÓN DE LA UNIÓN

1. Situación política general

1.1. Poderes presupuestarios

1.1.1. Desarrollo principal

En este caso se desaconseja multiplicar innecesariamente los niveles de subtítulos.

Estructura con numeración correlativa

En obras de referencia que contienen numerosas remisiones de una parte a otra, la práctica habitual consiste en numerar cada párrafo correlativamente. Conviene, entonces, utilizar el número correspondiente en las remisiones, que serán así independientes de la paginación final.

La numeración correlativa también puede combinarse con otra estructura de numeración.